El tratamiento Invisalign es la novedosa alternativa a los tan poco estéticos “braquets”. Consiste en una ortodoncia invisible que hará que el proceso de recolocado de los dientes sea mucho más llevadero.
Invisalign trata una amplia gama de problemas relacionados con el enderezamiento de los dientes, tanto pequeños movimientos como casos más complejos. Desde el apiñamiento de los dientes por falta de espacio en la mandíbula, hasta los dientes demasiado separados cuando hay demasiado espacio en la cavidad bucal; pasando por la mandíbula cruzada que aparece si la parte superior e inferior de nuestros dientes no están bien alineadas. Todos estos casos pueden ser tratados con la ortodoncia invisible sin que el paciente se vea afectado por el componente estético y las molestias propias de los “braquets”.
El proceso comienza con una impresión de los dientes del paciente para comprobar que pueden enderezarse mediante este sistema. Una vez confirmado se elabora un plan de tratamiento detallado, que muestra los movimientos previstos para sus dientes a lo largo del mismo, así puede ver el resultado final incluso antes de comenzar con el proceso de enderezamiento.
Cuando empieza el tratamiento, cada juego de “aligners” hechos a medida se lleva durante dos semanas. Conforme el juego de “aligners” vaya cambiando, los dientes se irán moviendo poco a poco de forma gradual, hasta que estén en la posición final. Durante el proceso se controlan los progresos del paciente, para asegurar que se encuentre cómodo y se produzcan los avances previstos.
El tiempo necesario para completar el tratamiento varía según la persona y la complejidad del problema dental. Es importante que cada paciente hable con su dentista para determinar el modo en que Invisalign puede adaptarse a su situación y definir así la opción de tratamiento más óptima.
El resultado de esta ortodoncia invisible es una nueva sonrisa más uniforme, que al paciente no le importará enseñar, ni siquiera durante el tratamiento de recolocado porque ¡no se ve!